El hospital HLA Universitario Moncloa, en el marco de la Escuela de pacientes con cáncer, suma a sus servicios la Unidad de Micropigmentación para ofrecer tratamiento estético. La técnica se realiza en un entorno hospitalario seguro e implanta pigmentos a nivel epidérmico mediante agujas, creando un efecto tridimensional que da sensación de volumen, permitiendo embellecer y corregir imperfecciones en la zona lesionada.
“Este procedimiento ayuda a recuperar la confianza y autoestima en pacientes que transitan diferentes momentos de un tratamiento oncológico”, explica Margarita Abascal, enfermera especializada en micropigmentación y miembro de la Escuela de pacientes con cáncer de mama de HLA en Madrid. “El diagnóstico de cáncer suele ser un shock para cualquier persona, seguido de cambios en la vida cotidiana y en la apariencia estética. Estos pacientes necesitan conseguir cierta normalidad en su vida y mantener aquello que más conocen, como su aspecto físico”.
La Unidad de Micropigmentación permite minimizar el cambio estético que conllevan tratamientos oncológicos como la quimioterapia o la cirugía en pacientes de ambos sexos, de cualquier edad, diagnosticados con cualquier tipo de cáncer y estadio. “La micropigmentación oncológica se basa en la reconstrucción visual de areolas, cejas o pestañas que han perdido pelo, incluso el delineado de los ojos, con el objetivo de garantizar que el rostro y el cuerpo mantenga las líneas que le dan la estructura y el equilibrio que conocemos”, detalla Abascal.
La Unidad realiza micropigmentación del complejo areola-pezón, una vez superado el proceso quirúrgico y tras la valoración médica. La sesión de micropigmentación es indolora y con una duración de 2 a 3 horas. Puede hacerse unilateral o bilateral, consiguiendo además disimular irregularidades o asimetrías en el contorno del pezón causadas por accidentes o cirugías, e integrarlas dentro del mismo”. No es una técnica permanente y requiere retoques entre uno y dos años.
La micropigmentación de las cejas, como marco del rostro, es una de las técnicas más solicitadas. La formación y los avances continuos en este campo permiten resultados cada vez más naturales. “Este procedimiento nos permite potenciar la mirada del paciente cuando ha perdido el pelo de las cejas, sombreando y diseñando las cejas pelo a pelo. Además, realizamos diferentes técnicas que nos permiten adaptarnos a las necesidades y gustos individuales, consiguiendo resultados satisfactorios”.
La Unidad de Micropigmentación trata también el contorno de ojos consiguiendo diferentes efectos en función de la morfología facial de cada paciente, con efectos como relleno de pestañas, eyeliner, entre otros. “También camuflamos cicatrices periareolares surgidas tras someterse a algún tipo de cirugía mamaria, bien de aumento o reducción. Tratamos la simetría areolar en los casos de mastectomía y camuflamos diferentes tipos de cicatrices tras cualquier intervención quirúrgica. El resultado empieza a verse tras 2 a 3 sesiones de micropigmentación y, con repasos periódicos para el mantenimiento óptimo del color, la duración depende de cada paciente”, concluye Margarita.