Oftalvist incorpora un nuevo fármaco que permite más eficacia en el tratamiento de los pacientes con DMAE

La clínica oftalmológica de Oftalvist en Madrid se ha convertido en unos de los primeros centros en España en utilizar un nuevo fármaco llamado Beovu® (Brolucizumab). Este tratamiento supone un importante avance para pacientes con DMAE húmeda al conseguir, con una menor cantidad de inyecciones en el ojo, resultados similares que los actuales fármacos que se administran de forma más frecuente.

En la actualidad hay múltiples estudios en marcha para frenar y/o prevenir la degeneración macular o DMAE, una enfermedad ocular responsable de la mayoría de casos de ceguera legal en personas mayores de 50 años en todo el mundo. Estos pacientes suponen más de un tercio de la población en España, alrededor de 800.000. Precisamente por esta elevada incidencia, gran parte de investigación oftalmológica actual se centra en el tratamiento de esta patología, así como en el desarrollo de nuevos fármacos que permitan mejorar la calidad visual de estos pacientes.

“Beovu es un nuevo fármaco de Novartis cuya financiación ha sido aprobada en el Sistema Nacional de Salud a principios de mayo por el Ministerio de Sanidad, Consumo y bienestar Social para el tratamiento de la DMAE”, explica el doctor Jesús García, coordinador de la Unidad de Retina y Mácula de Oftalvist Madrid.

El grupo oftalmológico ha sido seleccionado por la empresa Novartis como uno de los primeros centros en nuestro país para empezar a probar este innovador fármaco fruto de la estrecha colaboración entre ambas compañías en la que Oftalvist, además, participa en otros ensayos clínicos internacionales para hacer posible y reales nuevos avances en esta enfermedad junto con la importante farmacéutica.

Existen dos tipos de DMAE: la seca y la húmeda. Por un lado, la forma húmeda o neovascular, la más discapacitante y a la que se dirige este tratamiento, que se caracteriza por una pérdida brusca de visión en el campo central de la mirada. Y la seca o atrófica, que supone 8-9 de cada 10 casos, y produce una pérdida progresiva pero inevitable de la visión central de los pacientes.

Por tanto, cuando un paciente es diagnosticado de DMAE húmeda, debe ser tratado lo antes posible. Ante esta urgencia, el mismo día de consulta se le administra una inyección intravítrea bajo el protocolo de volver a hacerlo cada mes durante los tres primeros meses y, según la respuesta de cada paciente, valorar a partir de entonces la extensión del periodo de inyección.

“La forma húmeda está causada por un exceso de VEGF o factor de crecimiento vascular endotelial, una proteína que promueve el crecimiento de vasos sanguíneos anómalos debajo de la mácula, la zona de la retina responsable de la visión de detalles”, explica el doctor García. El tratamiento consiste en la administración periódica de inyecciones intravítreas para mantener la enfermedad bajo control. “Los tratamientos anti-VEGF bloquean la actividad de esta proteína controlando el crecimiento de esos vasos anómalos, así como secando el líquido que se ha acumulado en la mácula”, detalla el doctor.

La inyección se realiza mediante anestesia en forma de colirio en el ojo en una sala totalmente aséptica. “Con los fármacos que disponíamos hasta ahora llamados Lucentis® y Eylea® necesitábamos tratar a la mayoría de los pacientes de forma mensual o bimensual, esto tiene el problema de que el paciente tiene que acudir a consulta frecuentemente, lo que supone un problema para el paciente que suele ser una persona mayor, para la familia que suele tener que acompañarlo, y para la consulta por elevar la carga asistencial”, subraya el doctor García de Oftalvist.

En este contexto, el especialista nos explica que muchos pacientes abandonan un tratamiento de naturaleza crónico y, por tanto, todos sus beneficios. Por ello, el doctor destaca que “con Beovu tenemos la ventaja de poder tratar a la mayoría de los pacientes cada dos o tres meses ya que es un fármaco más potente y efectivo que los que disponemos hasta ahora e incluso se está valorando la posibilidad de llegar a cuatro meses sin pinchar”.

Un esperanzador escenario para los pacientes con DMAE, que según el doctor “no implica que no se pueden seguir utilizando los fármacos anteriores siempre y cuando estos pacientes sigan el protocolo y estén bien controlados”.