La primera clínica que el Grupo HLA ha abierto en Barcelona, pretende ser una referencia en sostenibilidad urbanística. El edificio, rehabilitado por el arquitecto catalán Jordi Romeu a partir de uno de los edificios más emblemáticos de la sanidad barcelonesa, se ha transformado completamente para ajustarse a los estándares actuales de la arquitectura sostenible.
En línea con el compromiso del Grupo HLA con el desarrollo sostenible, materializado en el plan medioambiental, el diseño de HLA Clínica Internacional Barcelona permite utilizar los recursos naturales para minimizar el consumo energético.
“El edificio dispone de una categoría energética A, que es la más eficiente. Hemos aprovechado la luz para generar energía”, explica la Dra. Antonia Solvas, secretaria del Consejo Lavinia-ASISA y Delegada en Barcelona.
Además, gracias a este aprovechamiento, se han podido rebajar los costes de climatización. El centro sanitario cuenta también con paredes vegetales que “van a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera”, tal y como ha querido señalar la Dra. Solvas.