El Grupo HLA incorpora unidades de medicina hiperbárica en sus hospitales de Madrid y Almería

Los hospitales HLA Universitario Moncloa (Madrid) y HLA Mediterráneo (Almería) han incorporado a sus servicios salas de Medicina Hiperbárica. Esta especialidad médica basa su praxis en el uso de oxígeno 100% puro que se administra al paciente en una cámara especial de alta presión, donde el oxígeno es inhalado por vía respiratoria y aumenta hasta 23 veces su presencia en sangre.

El tabaquismo, la inhalación de gases o la exposición a grandes alturas o profundidades, son algunos de los factores que pueden causar deficiencia de oxígeno en la sangre, células y tejidos que componen nuestro organismo, lo que puede comprometer su funcionamiento y, en consecuencia, derivar en problemas de salud.  

“Cuando un paciente llega a nuestra consulta pasa una valoración y evaluación médica y, a tenor de su patología y de la evolución de la misma, se personaliza el tratamiento de oxigenoterapia hiperbárica (OHB) más adecuado para su recuperación”, detalla el doctor José Fabregat Sancho, médico especialista en Neurocirugía y Medicina Hiperbárica y Subacuática del hospital HLA Universitario Moncloa, y agrega que “esta terapia ofrece una alternativa complementaria a diversos métodos para combatir cuadros de patologías de difícil resolución, que supone una mejora del tiempo de tratamiento”.  

La oxigenoterapia aplicada contra la COVID y el cáncer

Esta terapia es muy popular entre deportistas para recuperarse tras intensas sesiones de actividad física, ya que su aplicación terapéutica es altamente beneficiosa para tratar numerosas dolencias. El Dr. Fabregat, que también es director de la Cátedra de Oxigenoterapia Hiperbárica de la Universidad Católica de Murcia, explica que “la combinación del oxígeno puro a alta presión tiene efectos muy diversos en el organismo como reducción de la respuesta inflamatoria, regeneración tisular, regulación del sistema inmune, mejora de la circulación y aumento del oxígeno libre en plasma. Por ello se aplica, entre otros, en cirugía reconstructiva, traumatología, ortopedia, enfermedades vasculares periféricas, neurología, medicina y cirugía estética, gastroenterología, así como en el tratamiento del dolor crónico y neuropático”. 

Asimismo, se usa para tratar las complicaciones de los tratamientos oncológicos como las radionecrosis de los distintos tejidos y también como adyuvante en el tratamiento activo de algunos tumores que responden menos al tratamiento habitual por las condiciones de hipoxia.

Dados los efectos conocidos de la medicina hiperbárica se ha utilizado para el tratamiento de pacientes con COVID-19 en el Hospital HLA Universitario Moncloa, observando disminución de la necesidad de aporte externo de oxígeno, mejoría de los parámetros analíticos y de la evolución clínica general.

Beneficios físicos y psicológicos 

Gracias a la hiperoxigenación de todos los tejidos y fluidos corporales que se consiguen en la cámara hiperbárica, se propicia, entre otros, el aumento de la formación de vasos sanguíneos, la aceleración de la cicatrización de las heridas, el control de las infecciones o la activación y estimulación de la producción de células madre.

También es importante diferenciar, la eficacia del tratamiento bajo prescripción médica especializada, “ya que algunos equipamientos no son cámaras hiperbáricas para uso sanitario, por no usar oxígeno medicinal (99.9%), ni alcanzar las presiones óptimas para tratamiento en las cuales se fundamentan todos los estudios médicos y científicos publicados”, destaca el Dr. García Del Águila, director médico de HLA Mediterráneo.

Tal como explica el Dr. Alberto Lafarga, especialista de la Unidad de Medicina Hiperbárica del HLA Mediterráneo, “todo esto se traduce en unos efectos físicos y psicológicos para el paciente que le ayudarán en mejorar su rendimiento, sensación de bienestar, aumento de la concentración y diminución del estrés. Es decir, una sesión en la cámara hiperbárica es una carga de energía extra para el organismo”.

El Dr. Fabregat concluye recordando que “se trata de un tratamiento médico, por lo tanto, tiene que estar prescrito por un especialista en la materia y ser administrado en equipos que cumplan todas las garantías técnicas y sanitarias”.