En un nuevo episodio de La Mirada ASISA, Miguel Rellán, actor y presidente de la sección de teatro del Ateneo de Madrid, repasa su trayectoria y analiza diversos aspectos de la sociedad actual tras la pandemia en una conversación con la Dra. María Tormo, directora de Planificación y Desarrollo de ASISA.
La relación entre la medicina y la actuación
Miguel Rellán vivió la medicina en casa desde muy pequeño y acompañaba a su padre a pasar las consultas. Desde entonces, siempre ha tenido la sensación de que “un médico no para de estudiar nunca. Y el paciente es el centro de todo”. Afirma que esa necesidad de que la persona sea el centro, también existe en el teatro, “no sirve de nada que haga una interpretación maravillosa si el que está sentado se aburre o sale del teatro igual que ha entrado. Tiene que pasarle algo positivo, hacerse preguntas, emocionarse, algo”. Y concluye: “Nadie que se dedique a los demás no es profundamente feliz”.
Tras un año de Medicina, Miguel Rellán decidió que quería ser actor para poder cambiar al mundo y, tras tener una prolífica actividad en Sevilla, se mudó a Madrid para ser actor. «En teatro siempre decimos que la mejor representación es la siguiente”, recuerda.
La mirada de la sociedad tras la pandemia
Tras el paso de la pandemia, Miguel Rellán se siente un poco abrumado y cree que hay un clima de pesimismo y que la pandemia ha descubierto algunas cosas que ya había antes, como el aumento de problemas de salud mental. Analizando la sociedad, a juicio del actor, “fallan tres cosas, en mayúscula: educación, educación y educación”. Y añade: “Todo lo que sucede, sucede porque lo elige el pueblo, si a todos nos interesase más la educación, todo cambiaría. La responsabilidad es de nuestra elección”.